martes, 7 de junio de 2011

MERCADO GLOBAL

        El mercado de la agricultura ecológica está comenzando a vencer el desconocimiento y los recelos de los consumidores con la proliferación de nuevas propuestas, desde restaurantes de alimentos orgánicos hasta pequeñas cadenas de supermercados ecológicos.
        La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM) y según datos del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL), América Latina es la tercera región del planeta en tierras dedicadas para agricultura orgánica, con 19,9%. Entre los países con la mayor extensión de tierras dedicadas a la agricultura orgánica se encuentran Argentina según país a nivel mundial, luego de Australia con 2,8 millones de hectáreas y Brasil que ocupa el tercer lugar con 1,8 millones. Los países en desarrollo en especial los países de América Latina, exportan principalmente café, azúcar, aceites, hierbas, especies, banano, cítricos y otras frutas tropicales; siendo Argentina el principal productor y exportador de Latinoamérica.

       Según las estadísticas mundiales de la Agricultura Ecológica, publicadas en  Febrero de 2009, en el año 2007, a nivel global, 63’2 millones de hectáreas se encontraban certificadas según las normas de la Agricultura Ecológica.  Además los hábitos de consumo de alimentos están cambiando en los habitantes de todo el planeta ya que el mercado mundial de los alimentos orgánicos movió mas 50 millones de dólares en 2008, registrando un crecimiento del 10 a 15%.
      Con respecto al mercado nacional  Colombia viene incursionando en el mercado de productos agrícolas ecológicos desde 1998.
      En Colombia según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la agricultura ecológica certificada en los últimos 5 años se ha duplicado. Esto significa que de 25 mil hectáreas en el 2001, el primer semestre de 2008 incluye 45 mil hectáreas.
      Hoy Colombia cuenta con 219 empresas, entre productores individuales, asociaciones, transformadores, y comercializadores, registrados y certificados, que producen alimentos orgánicos tanto para el mercado nacional como internacional.

Países de Europa, Asía y América del Norte están solicitando, cada vez más, este tipo de productos, ya que muchas veces los supermercados se ven abastecidos con pocos alimentos ecológicos frente a la alta compra que tienen. Por eso, estos mercados han solicitado como prioridad que exista una mayor producción de alimentos ecológicos.
     Las frutas y hortalizas orgánicas son consideradas un manjar en Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Estados Unidos y Japón, en estos países, la mitad de sus pobladores pagan, por ellas, hasta un 40% más de lo que pagan por productos que no son orgánicos. En los mercados internacionales han entrado a competir productos como frutas, verduras, frutos secos, café, cacao, hierbas, especias, aceites, endulzantes, cereales, carnes, lácteos, huevos y alimentos procesados, ampliando de esta forma las posibilidades de venta para los grandes, medianos y pequeños productores.

¿QUE SON ?

Las frutas orgánicas son aquellas que han sido obtenidas mediante la agricultura ecológica.Este tipo de agricultura se basa en el uso de métodos de explotación respetuosos con el medio ambiente.Es decir, es una agricultura menos intensiva y que además no utiliza elementos químicos como fertilizantes inorgánicos, plaguicidas o antibióticos, ni semillas transgénicas o modificadas genéticamente. En su lugar se recurre a técnicas integradas en el sistema agrario que contribuyen a preservar las especies y variedades autóctonas y la diversidad biológica, tanto agrícola como silvestre. Por lo tanto, se puede deducir que la agricultura ecológica, y los productos obtenidos a partir de ella, como las frutas ecológicas, son más saludables para el consumidor y menos perjudiciales para el medio ambiente, ya que los residuos de los abonos inorgánicos y de los pesticidas contaminan tanto el agua como la superficie de cultivo. Sin embargo, esto no quiere decir que los alimentos procedentes de la agricultura tradicional sean perjudiciales para la salud del consumidor, ya que se establecen límites legales para la presencia de los residuos de pesticidas, calculados con un margen de seguridad.
Las frutas ecológicas son mucho más sanas que las cosechadas de forma tradicional, no resultan perjudiciales para el medio ambiente y poseen el sabor, como nutrientes, que tenían las frutas hace tiempo atrás.